Cada amanecer asoma el sol a través de las montañas, llegando hasta mi ventana.
Despertar soñado tantas veces, hoy realidad permanente. Así van llegando las respuestas, así asoma nueva luz en mi camino.
Caminos recorridos se entrecruzan en las laderas de los cerros áridos. Una oficina cualquiera es suficiente para el encuentro a través del tiempo lejano que hoy se vuelve cercano, al alcance de la mano, palabras intercambiadas, experiencias compartidas, son encuentros suficientes para continuar soñando que una a una las respuestas llegarán.
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