jueves, 20 de diciembre de 2012

Real

Te miro desde la distancia del tiempo, desde nuestros momentos completamente compartidos, desde las palabras silenciosas que nos decíamos buscando vivir cada segundo intensamente, desde los instantes hermosos hasta los dolorosos de la separación momentánea en esta vida.

Voy caminando de otra mano, sin olvidar tu presencia, sin dejar de amar lo amado siempre, no se puede dejar a un lado lo que siempre ha estado en uno, seguirá de igual modo los pasos uno a uno, cada sonrisa, cada palabra, cada beso, cada ilusión realizada a tu lado.

Desde la luz radiante en el momento del primer beso, manto que nos envolvió como en otros tiempos, instante único en mi vida, impresionante, como si aquellos seres que desde su espacio nos acompañan hubieran hecho estallar fuegos artificiales como al inicio de un nuevo año. Fue nuestro ese instante para siempre.

Gracias vida por haberme permitido breves instantes a tu lado. En realidad fue una vida entera vivida gracias al destino trazado, tanto tiempo en tan poco tiempo.

Los sueños no se fueron, quedaron guardados en medio del silencio del ser, pues si fue real, entonces no ha acabado ni acabará y volverá la luz a recordarnos que somos reales, verdaderos amantes de la vida real, hasta el encuentro final que ha de suceder en algún milenio solar.

Sueños del ser, sueños del corazón, imágenes revividas mil veces, aunque a veces las lágrimas inundaron la melancolía del soñador solitario. 

El tiempo vuelve a encontrarnos alejados físicamente, tal vez no hay distancia que recorrer, sólo un pensamiento basta para sentirte nuevamente a  mi lado.

Sueños que espero se vuelvan perlas doradas, diamantes anaranjados, flores transparentes. Seguirás siendo mi sueño real.

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