lunes, 21 de enero de 2013

Volver a comenzar

La vida es dadivosa, constantemente nos entrega aquello que en algún momento deseamos intensamente.

Así, recibí el amor una y otra vez,,, ¿de qué otro modo decirlo?

Sin embargo, a veces nos creemos dueños de ese ser que la vida puso junto a nosotros, llámese como se llame, hijo, esposa, amigo, y así cuando se alejan de nuestro lado sufrimos, nos duele que nos dejen. 

No sabemos cuánto tiempo estarán junto a nosotros, por ello disfrutemos cada momento junto a  él o ella.  Después, agradezcamos por haber compartido todo ese tiempo con aquel ser hermoso.

Amar es agradecer, sólo hay espacio para agradecer.

La felicidad vivida nunca desaparecerá, y los dolores alguna hermosa lección habrán dejado.

Hoy, en la soledad de la noche vuelvo a agradecer a la vida.

El mañana tal vez llegue, hasta aquí todo bien. Buscaré entre los recuerdos aquellos que aún son realidad, están en mi corazón, vivos hasta siempre, nada desaparece, sólo la niebla los cubre un poco y el sol los vuelve a revivir. 

Cuántas veces estamos envueltos en la neblina, y todo parece oscurecer, desaparece entre las sombras, en medio de las lágrimas, en el dolor de la pérdida, en la ilusión que ya no se realizará.

Luego, a veces después de muchos años, el sol vuelve a asomar ante nuestros ojos, parece que vivimos un sueño, todo eso queda atrás, vibra de nuevo el corazón, ilusiones nos despiertan una vez mas, en el juego de la vida, en el teatro de la vida, que cada mañana vuelve a suceder. 

Despertar a un nuevo día, a un nuevo camino por recorrer.

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