Así es en este mundo de tres dimensiones. Por eso, hoy estoy tranquilo, sabiendo que cualquier cosa que ocurra... pasará, dejando sólo una huella que con el tiempo se borrará.
Llueve, es tiempo de lluvia, de agua alimentando la tierra, de refugiarse bajo un techo y esperar que salga el sol.
Te fuiste definitivamente de mis sueños, ya no sigues allí en mi mente esperando, siempre esperando tu sonrisa recuperar, ya no queda nada más que hacer, el fuego se apagó hace mucho tiempo, ahora las cenizas han pasado a mejor lugar, deshechas por el tiempo, ni eso queda, sólo sombras de un tiempo que ya no está.
Nuevos caminos recorro desde unos centenares de lunas que han pasado, mirando como cicatrizaron las heridas de lejanos tiempos, tan lejanos que ya parecían olvidados, pero salieron a la superficie sin previo aviso, trayendo sorpresas a mi vida monótona y perdida en las sombras de ese pasado doloroso y de siglos de existencia que surgieron mágicamente en los recovecos de un cerebro que guarda muchos más tesoros.
En tu alma también hay guardados recuerdos milenarios, tal vez algún día puedas encontrarlos ante ti, entonces verás lo que tu corazón ya presentía y tus ojos no podrán dejar de sentir las lágrimas pugnando por salir hacia el sol, ante la maravilla de la vida que hará explotar de una felicidad no conocida a tu corazón eterno.
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